Las 10 cosas que debes hacer antes de morir

1. Poner yogurt de vainilla en un bote de mayonesa y comerlo en público. 

2. Entrar en un ascensor lleno de personas y decir: "Apuesto a que se preguntan porque los reuní hoy aquí" 

3. Entrar a un supermercado y preguntar qué año es. Cuando respondan, gritar "FUNCIONÓ" y correr gritando. 

4. Ir en un taxi y decirle al conductor: "en ese puente me suicide hace 5 años" 

5. Decirle a una mujer embarazada "tu hijo es el elegido" y luego salir corriendo. 

6. Subir a un colectivo, empezar a toser, hacer como que te ahogas, escupir, sacar una grabadora y decir: “Día 9, el 
virus ha mutado. Necesito hallar el antídoto”. 

7. Subir a un taxi y decirle al conductor: "Siga a ese auto" 

8. Ver una pareja besándose y gritarle a la chica "sabía que tenías otro" fingir llorar y salir corriendo.

9. Entrar a una boda desconocida, gritar: ¡Me opongo! y salir corriendo. 

10. Marcar cualquier número por teléfono y decirle; ''Ya tengo el cuerpo , qué hago con él?'' 

Niño de 6 años escribe libro y reúne $200 mil para amigo enfermo


Esta es otra historia inspiradora que nos recuerda que todo es posible cuando hay un sueño de por medio. Dylan Siegel, de 6 años, no podía quedarse de brazos cruzados a sabiendas de que su mejor amigo, Jonah Pournazarian, de 7 años de edad, había estado luchando contra una enfermedad rara y grave para la que no hay cura conocida.
Jonás fue diagnosticado glicogenosis, una enfermedad incurable que afecta el almacenamiento del glucógeno, haciendo que el nivel de azúcar en su sangre caiga con frecuencia. Fue entonces que Dylan decidió ayudar a recaudar dinero para la investigación de la enfermedad, con el fin de que su amigo tuviera una oportunidad.


El padre de Dylan sugirió que hiciera un puesto de limonada, pero Dylan tenía una mejor idea, quería escribir un libro. Así nació “Chocolate Bar“, una obra de 16 páginas escritas y dibujadas a mano, que viene con barras de chocolate. El libro salió a la venta en la feria de libro de su escuela, pero se corrió la voz, y mucha gente quería comprarlo, provocando que más ediciones tuvieran que ser producidas. La noticia se difundió por todo el mundo y “Chocolate Bar” ya ha logrado recaudar $ 200,000 dólares. La cantidad fue donada íntegramente a los centros de investigación capaces de entender mejor esta enfermedad rara, para luego, encontrar una cura o tratamiento para ella.

10 cosas románticas para hacer con tu pareja




1. Llama a tu pareja por teléfono y dale las buenas noches todos los días antes de dormir.

2. Asegúrate de que sepa, que no pasa un día sin que dejes de pensar en él o ella.

3. Podría parecer cursi, pero es muy romántico dedicarle 
canciones en la radio.

4. Aunque no seas muy bueno en idiomas, aprende cómo se dice te amo y otras cosas dulce en otros idiomas.

5. Aprende primero a amarte a ti mismo. Nadie puede dar lo que no tiene; si no te amas a ti mismo, ¿cómo amarás a los demás?

6. Sacrifícate de vez en cuando por tu pareja.

7. Que nunca se te olvide la forma en que se conocieron. Repítele la historia de vez en cuando para que tu cónyuge sepa que para ti, el conocerlo/a, fue algo trascendental en tu vida.

8. Se sincero en cuanto al amor que sientes por tu cónyuge. Si dejas en algún momento de amarlo/a, confiésalo y así buscaran la mejor alternativa juntos.


9. Que no pase un solo día de tu vida sin demostrar la alegría que sientes por estar a su lado.


10. Hagan actividades recreativas juntos: ir a la playa, jugar algún deporte; formen equipo y compartan juegos de competencia con otras parejas.

Ventanas De Hospital

Dos hombres, seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación en el hospital. A uno de ellos se le permitía estar sentado una hora todas las tardes para que los pulmones drenaran sus fluidos. Su cama daba a la única ventana de la habitación.

El otro hombre tenía que estar tumbado todo el tiempo. Los dos se hablaban mucho. De sus mujeres y familiares, de sus casas, trabajos, el servicio militar, dónde habían estado de vacaciones.

Y todas las tardes el hombre que se podía sentar frente a la ventana, se pasaba el tiempo describiendo a su compañero lo qué veía por la ventana. Éste, solamente vivía para esos momentos donde su mundo se expandía por toda la actividad y color del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bonito lago. Patos y cisnes jugaban en el agua mientras los niños capitaneaban sus barcos tele dirigidos. Jóvenes amantes andaban cogidos de la mano entre flores de cada color del arco iris. Grandes y ancestros árboles embellecían el paisaje, y una fina línea del cielo sobre la ciudad se podía ver en la lejanía.
Mientras el hombre de la ventana describía todo esto con exquisito detalle, el hombre al otro lado de la habitación cerraba sus ojos e imaginaba la pictórica escena.

Una cálida tarde el hombre de la ventana describió un desfile en la calle. Aunque el otro hombre no podía oír la banda de música- se la imaginaba conforme el otro le iba narrando todo con pelos y señales. Los días y las semanas pasaron.

Una mañana, la enfermera entró para encontrase el cuerpo sin vida del hombre al lado de la ventana, el cual había muerto tranquilamente mientras dormía. Se puso muy triste y llamó al doctor para que se llevaran el cuerpo. Tan pronto como consideró apropiado, el otro hombre preguntó si se podía trasladar al lado de la ventana. La enfermera aceptó gustosamente, y
después de asegurarse de que el hombre estaba cómodo, le dejó solo.

Lentamente, dolorosamente, se apoyó sobre un codo para echar su primer vistazo fuera de la ventana. Finalmente tendría la posibilidad de verlo todo con sus propios ojos.
Se retorció lentamente para mirar fuera de la ventana que estaba al lado de la cama. Daba a un enorme muro blanco. El hombre preguntó a la enfermera qué había pretendido el difunto compañero contándole aquel
maravilloso mundo exterior.

Y ella dijo: - Quizás sólo quería animarle.

Cruzada de un padre por su pequeño hijo





Andrés Díaz vende frutas, paños de cocina o discos con películas. Esos son los únicos trabajos que puede mantener, ya que se dedica a tiempo completo a cuidar a su hijo Kairo, que padece de lipofuscinosis, una enfermedad degenerativa que provoca la acumulación de “lipofuscina”, un material mucoso dentro del cerebro, y que el órgano no puede eliminar.
A través de un video que fue subido a YouTube en abril pasado, Andrés hizo un llamado desesperado para que alguien lo ayude con la salud de su hijo. Actualmente, la lipofuscinosis no está dentro del plan Auge, y si bien recibe atención del sistema público, tiene que pagar una suma de dinero considerable para los medicamentos del pequeño.

Acudió a la Teletón, pero la institución sólo atiende casos de rehabilitación y no de enfermedades degenerativas como la de su hijo. No obstante, recibió ayuda y aprendió algunas técnicas para masajear y estimular al menor, le facilitaron colchas antiescaras y una silla de ruedas, implementos que -de no haber tenido a mano-, le harían más difícil la tarea de vivir el día a día.

Padre dedica 13 años a confeccionar el regalo de graduación de su hija







Padre dedica 13 años a confeccionar el regalo de graduación de su hija

Un hombre de Carolina del Norte (Estados Unidos), Bryan Martin, conmocionó a los usuarios de redes sociales, luego de que su hija compartiera públicamente su historia. La joven contó que su padre en lugar de comprarle algo a última hora para el día de su graduación de la enseñanza secundaria, dedicó 13 años de su vida a preparar el obsequio.
Se trató de una copia del libro “Oh, The Places You’ll Go!” (¡Oh! Los lugares donde llegarás) y que contiene conocidas canciones del personaje animado Dr. Seuss. Pero no se trata de un simple texto ilustrado, pues Bryan se dedicó a coleccionar comentarios y felicitaciones de todos los profesores que tuvo la chica durante su paso por el colegio.


 

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