Sorprendente y emotiva
historia la que nos llega desde Argentina en la que un perro, llamado Capitán,
pasa día y noche junto a su dueño Miguel, algo que no sería raro de no ser
porque falleció en 2006. El can encontró la tumba de su propietario y allí es
donde vive desde 2007.
La frase que dice que el perro es el mejor amigo
del hombre cobra sentido una vez más con la historia de Miguel y de su can
Capitán en Argentina. Una mascota leal, fiel, que cuando su dueño falleció,
volvió a casa, olfateó el lugar y fue al cementerio para pasar cada día y cada
noche junto con la tumba de Miguel.
Todo empezó cuando Capitán, mezcla de pastor alemán y otra raza, llegó a la
casa de Miguel y de su familia por el año 2005 y cuando, una vez murió su dueño
en 2006, se marchó de la misma para regresar tiempo después y pasar un tiempo
allí oliendo cada rincón del domicilio para saber dónde podría estar Miguel.
Más tarde volvió a desaparecer. La familia le dio por muerto, o viviendo ya con
otras personas. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando visitaron la tumba
de Miguel allí estaba Capitán, pasando sus días con el que fuera su dueño y
ladrando, o llorando, cuando vio llegar a aquellos con quienes había vivido.
Nadie sabe cómo encontró la tumba de Miguel, pues en ningún momento el perro
siguió a los familiares en el traslado del cuerpo del hospital hasta el
cementerio. Pero lo encontró, en el 2007, y con una pata rota, lo que hizo
necesario que el veterinario viera al perro.
De vez en cuando, Capitán visita la casa de sus antiguos propietarios para
pasar un rato con ellos, o para buscar comida, pero no hay día que no vuelva al
lugar donde descansa Miguel.
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